RIIS UNIVALLE. Jul.-Dic. 19(45), 2023; ISSN: 2075-6208 49
Hipertensión arterial, factores de riesgo e inclinación terapéutica
en Cochabamba.
sexo femenino (24), con una relación 3:2; dispar
al estudio de Kim et al con mayor proporción en
varones (13,6/9,4 %).
Esta condición ha sido establecida en diferentes
estudios, así como el incremento del riesgo de
enfermedad cardiovascular y muerte, en los
hipertensos de edad avanzada (entre 60 y 74 años)
(25); en suma, aunque la hipertensión es más común
en los hombres, las mujeres experimentan un
incremento mucho más pronunciado en la presión
arterial a partir de la tercera década de la vida y,
en consecuencia, la prevalencia de la hipertensión
se acelera comparativamente con la edad. (26)
(27). Tres cuartas partes de la población urbana
de mediana edad muestran al menos un factor
de riesgo cardiovascular y el 91,3 % de todos
los hipertensos muestran al menos un factor de
riesgo cardiovascular además de la hipertensión;
este poderoso efecto de la edad sobre el riesgo de
enfermedad tiene consecuencias importantes para
el riesgo de enfermedad cardiovascular relacionada
con la presión arterial y otros factores de riesgo
(28). En nuestro grupo de estudio presento una
mediana de 130/80 mmHg (PAM 99 mmHg) para
los pacientes con HTA; las 3 formas de medición de
la presión están relacionadas a la condición de HTA
(p<0,01) (23).
En el caso de la DM2, según Pirkle CM et al,
demostraron la presencia del 16,2 %, en cambio
en nuestro estudio reejo un 31 % (p<0,001);
indicando la dependencia de los casos de HTA y
los casos conrmados de DM2 (23); la PA presenta
valores diferentes entre los pacientes al respecto de
esta condición, siendo 10 mmHg más elevado en
los pacientes con HTA (p<0,001). Por otro lado, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina
al IMC de 25 a 29,9 kg/m2 como sobrepeso y por
encima de la misma obesidad en sus diferentes
grados; en un estudio Africano demostró que más
del 10 % de sus pacientes presentaba obesidad, con
IMC de 23,4 ±5,2, semejante al nuestro, que exhibió
a 29,9 en pacientes con HTA y 27,1 sin HTA; si bien
los valores de IMC dieren entre las poblaciones
con HTA conrmado o no (p<0,001), la variable
no juega un rol único como predictor de valores de
PA, debido a su valor reducido en el coeciente de
correlación (R=0,3, p<0,05). Desde otro ángulo, el
sedentarismo está asociado a los valores de IMC,
lógicamente, con valores más elevados para los
casos positivos de este hábito (p<0,05); en el caso
de la dislipidemia Tecla M et al pone al descubierto
un 8 % de pacientes con esa patología y en el
caso nuestro en general con 6,9 % (p<0,001); por
otro lado, el mayor peso está relacionado con la
presencia de HTA, con 75 kg; es decir, que existe
una relación signicativa entre el peso y las cifras
tensionales; así mismo, nuestro trabajo revelo a 4,6
% con tabaquismo, en cambio el estudio en mención
a 8,9 % (1), diferente al estudio de Kim SI et al del
2022 con 18,3 %, donde además encontraron más
riesgo de HTA con el uso de cigarrillo convencional
y electrónico, OR: 1,24 95% CI (1,11–1,39) (29).
Dentro los factores de riesgo más importantes, sin
duda se encuentra la DM2, dislipidemia y edad
con una probabilidad de ocurrencia (OR) de 6,370;
2,402 y 4,850; seguidas del peso e IMC, con 2,820
y 2,730 respectivamente, dejando en claro la directa
relación de la HTA con estos factores.
De los medicamentos más referidos, gura el losartan
(antagonistas del receptor angiotensina II) con 318
pacientes, donde el 43,5 % (n=87) no tienen la PA
controlada; seguidos de los IECAS (inhibidores
de la enzima convertidora de angiotensina), como
el enalapril con el 36,8 %; además del amlodipino
71,4 %, no lograron mantener cifras tensionales
adecuadas; en contraste el estudio de Uchmanowicz
et al reeja a los IECAS como medicamentos más
usados (2); a pesar de emplear el losartán como
medida de tratamiento, no existe una evidencia
de diferencia entre los valores de presión arterial
para las personas que emplean esta droga y las que
emplean otra sustancia (p>0,05); empero, dentro los
encuestados e hipertensos conocidos, poco menos
de la mitad no tomaban su tratamiento; esto reeja
la importancia del tratamiento combinado como una
mejor estrategia de control de las cifras tensionales;
no existe evidencia de relación entre el número de
antihipertensivos utilizados y los valores de tensión
arterial (p>0,05).
En relación con la adherencia al tratamiento, en este
último estudio reejo que los factores que inuyen
a la falta de adherencia fueron la edad, la familia o
apoyo de la misma, el sexo femenino y si es mono o
politerapia; en el caso nuestro si muestra evidencia
el olvido ocasional (p=0,005) y no así por sentirse
mejor, presentar efectos secundarios, por falta de
explicación, conanza o factor económico (2).
Desde otra óptica, aproximadamente el 50 % de los
encuestados carecen de adherencia a la medicación
(cuando consideramos la suspensión parcial o total
del medicamento). En el año 2003 la OMS, reveló
que en los países desarrollados la observancia