RIIS UNIVALLE. Jul.-Dic. 19(45), 2023; ISSN: 2075-6208
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Doppler transcraneal y su impacto en
la lesión cerebral traumática.
DOI: https://doi.org/10.52428/20756208.v18i45.1037
Doppler transcraneal y su impacto en el pronóstico de la lesión
cerebral traumática, Hospital Clínico Viedma, Cochabamba-Bolivia
Transcranial doppler and its impact on the prognosis of traumatic brain injury, Hospital
Clínico Viedma, Cochabamba-Bolivia
Cristhian Huanca Panozo1 Alejandra Natalia Espinoza Marquéz2
Rommer Alex Ortega Martinez3
Filiación y grado académico
1 Médico Residente de 4º Año,
medicina crítica y terapia intensiva,
Hospital Clínico Viedma Cochabamba,
Bolivia. cristhianhuancapanozo@gmail.
com,
2 Médico intensivista de planta de
Hospital Clinico Viedma. Cochabamba,
Bolivia. dra.nataliaespinoza@gmail.
com.
3 Coordinador de investigación clínica
en la Universidad Privada del Valle,
medico Intensivista de planta del
Hospital Obrero Nro. 2 de la Caja
Nacional de Salud, Cochabamba,
Bolivia. rommeralexo@gmail.com,
Fuentes de nanciamiento
La investigación fue realizada con
recursos propios; sin embargo,
el análisis estadístico a cargo de
la Universidad Privada del Valle,
Cochabamba, Bolivia.
Conictos de interés
Los autores declaran no tener conicto
de interés.
Recibido:05/12/2023
Revisado:12/12/2023
Aceptado:20/12/2023
Citar como
Huanca, C., Espinoza Marquéz,
A. N., & Ortega Martinez, R. A.
Doppler transcraneal y su impacto
en el pronóstico de la lesión cerebral
traumática, Hospital Clínico Viedma,
Cochabamba-Bolivia. Revista
De Investigación E Información
En Salud, 18(45). https://doi.
org/10.52428/20756208.v18i45.1037
Correspondencia
Nathaly Karina Campero Ferruno
ncamperof@univalle.edu
+591 69451877.
Articulo original Original article
REVISTA DE INVESTIGACIÓN E INFORMACIÓN EN SALUD
RIIS UNIVALLE. Jul-Dic 2023; ISSN: 2075-6208;
revistas.riis@revistas.univalle.edu
Derechos de autor 2023 Cristhian Huanca Panozo1 Alejandra Natalia Espinoza Marquéz2
Rommer Alex Ortega Martinez3
Esta obra está bajo licencia internacional Creative Commons Reconocimiento 4.0
RESÚMEN
Introducción: La lesión cerebral traumática (LCT) es una causa importante de muerte y discapacidad;
predecir el resultado, es de utilidad en la toma de decisiones. El doppler transcraneal (DTC), es una
herramienta diagnóstica de monitorización del ujo sanguineo cerebral; establece un pronóstico
conable y temprano. El objetivo es evaluar el DTC es ecaz como indicador pronóstico.
Material y métodos: Estudio prospectivo de pacientes con LCT; mediciones con DTC al ingreso
y su estadía; el índice de pulsatilidad (IP) se calculó mediante la fórmula de velocidad sistólica y
diastólica, dividida con la velocidad media (VS-VD/VM); se consideró hipertensión endocraneana
si el IP>1,2; el resultado se evaluó por el puntaje GOSE (Glasgow Outcome Scale Extended) a los
3 meses (vía telefónica), favorable (4-5) y desfavorable (1-3). Resultados: Fueron incluidos 49
pacientes; el resultado desfavorable a los 3 meses fue del 63,2 %; el análisis del grupo con DTC
anormal tiene la probabilidad de presentar 54 veces más de evolución desfavorable, RR: 54; IC 95
% (8,8-32,8); p<0.0005; Sensibilidad 78 %; especicidad 81%; AUC 0,850 y menor probabilidad
de sobrevida a los 14 días (p=0,021). Escala de coma Glasgow (ECG) cercano a 3 puntos RR: 33;
IC 95 % (1,31-10,6); hipotensión RR: 9,28; IC 95 % (1,49-5,7); craniectomía RR: 1,96; IC 95 %
(1,01-4,41); pupilas jas RR: 3,4; IC 95 % (1,15-9,9); escala de Marshall en conjunción con la ECG
mayor sensibilidad y especicidad. Discusión: Estos datos mostraron una posible ecacia del DTC
como herramienta diagnóstica y además pronóstica en la LCT.
Palabras Clave: Lesiones traumáticas del encéfalo, pronóstico, presión intracraneal, ultrasinograa
doppler trasncraneal.
ABSTRACT
Introduction: Traumatic brain injury (TBI) is a major cause of death and disability; Predicting the
result is useful in decision making. Transcranial Doppler (TCD) is a diagnostic tool for monitoring
cerebral blood ow; establishes a reliable and early forecast. The objective is to evaluate whether
the DTC is eective as a prognostic indicator. Material and methods: Prospective study of
patients with TBI; DTC measurements upon admission and stay; The pulsatility index (PI) was
calculated using the formula for systolic and diastolic velocity, divided by the average velocity (SV-
RV/MV); intracranial hypertension was considered if the PI >1,2; The result was evaluated by the
GOSE (Glasgow Outcome Scale Extended) score at 3 months (via telephone), favorable (4-5) and
unfavorable (1-3). Results: 49 patients were included; the unfavorable outcome at 3 months was
63,2 %; The analysis of the group with abnormal DTC has the probability of presenting 54 times
more unfavorable evolution, RR: 54; 95 % CI (8,8-32,8); p<0,0005; Sensitivity 78 %; specicity
81; AUC 0,850 and lower probability of survival at 14 days (p=0,021). Glasgow Coma Scale
(ECG) close to 3 points RR: 33; 95 % CI (1,31-10,6); hypotension RR: 9,28; 95 % CI (1,49-5,7);
craniectomy RR: 1,96; 95 % CI (1,01-4,41); xed pupils RR: 3,4; 95 % CI (1,15-9,9); Marshall scale
in conjunction with the ECG, greater sensitivity and specicity. Discussion: These data showed a
possible eectiveness of DTC as a diagnostic and also prognostic tool in TBI.
Keywords: Intracranial pressure, prognosis, traumatic brain injuries, transcranial Doppler
ultrasinography.
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Doppler transcraneal y su impacto en
la lesión cerebral traumática.
INTRODUCCIÓN
La lesión cerebral traumática (LCT) moderada a
grave, se dene con una calicación en la escala de
coma Glasgow (ECG) igual o menor a 12 puntos,
fue cobrando un gran auge en la actualidad, debido
a que constituye la primera causa de muerte y
discapacidad, al comprometer a personas que se
encuentran en la etapa productiva de su vida (1,
2). Esta resulta de fuerzas mecánicas directas,
produciendo una deformación que afecta tanto, al
componente anatómico, como funcional del cerebro
(lesión primaria); seguida de un daño isquémico,
hipoxia, edema cerebral, aumento de la presión
intracraneal (PIC), hidrocefalia e infección (lesión
secundaria); estos nalmente conducen a trastornos
siológicos, emocionales y neurocognitivos (3).
El doppler transcraneal (DTC) es una herramienta
de investigación útil, tiene la capacidad de predecir
con precisión, cual será el resultado de una lesión
determinada, esto ayudará en la toma de decisiones
sobre el tratamiento (incluso poder decidir si
continuar o no con este), además establece un
pronóstico conable, temprano y reeja una
herramienta precisa para afrontar, asesorar e informar
a familiares (4-6). El conocimiento de dichos
resultados, además de su información predictiva,
puede ayudar en la atención de estos pacientes (7).
Los indicadores habitualmente utilizados para este
objetivo; combinan variables demográcas, clínicas,
de neuroimagen y bioquímicos; así mencionar las de
mayor peso: Edad, alteración pupilar, características
de la tomografía axial de cráneo (TAC), hipoxia e
hipotensión (8, 9).
En 1982, Aaslid et al fueron los primeros en
utilizar el DTC; esta técnica ciega permitió evaluar
velocidades de las arterias del polígono de Willis
(Figura 1); hoy en día es una herramienta, tanto
diagnóstica, como de monitoreo del ujo sanguíneo
cerebral de forma no invasiva y en tiempo real;
precozmente detecta estados de hipoperfusión
cerebral, que implica toma de acciones terapéuticas
inmediatas; es una herramienta de alta resolución
temporal, relativamente económica, libre de riesgos,
disponible junto a la cama del paciente; y sin hacer de
lado ciertas limitantes (resolución espacial limitada,
dependencia del operador y pacientes que carecen de
una ventana acústica temporal adecuada) (10-12). El
rol diagnóstico y pronóstico del DTC en la LCT no
se ha establecido completamente, ya que los datos
son limitados debido a la falta de disponibilidad
de ensayos controlados, aleatorizados. Teniendo
en cuenta estos hallazgos nuestro objetivo fue
investigar el impacto del DTC sobre el resultado
a los 3 meses en pacientes con LCT moderada a
grave; mediante la detección temprana del aumento
de la PIC. Desde otro punto de vista la clasicación
de Marshall tradicionalmente se ha usado como el
método estándar para la evaluación de la TAC en
lesión cerebral traumática, estos criterios evalúan:
las cisternas mesencefálicas, la línea media,
presencia o ausencia de hemorragia y si fueron o no
evacuadas, así como edema cerebral, generando un
porcentaje de riesgo de hipertensión intracraneal y
mortalidad o malos resultados clínicos (I-IV).
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Doppler transcraneal y su impacto en
la lesión cerebral traumática.
Figura 1. Ultrasonido cerebral A, B, D. Imágenes obtenidas utilizando una sonda de matriz en fase colocada
sobre la ventana temporal. Las ventanas temporales se utilizan para la insonación de la arteria cerebral
media, anterior y posterior. C. Se puede realizar ventana suboccipital para la insonación de la arteria Basilar
y Vertebral. Extraido de Robba C. et al; European Society of Intensive Care Medicine task force for
critical care ultrasonography. Basic ultrasound head-to-toe skills for intensivists in the general and neuro
intensive care unit population: consensus and expert recommendations of the European Society of Intensive
Care Medicine. Intensive Care Med. 2021 Dec;47(12):1347-1367. doi: 10.1007/s00134-021-06486-z
MATERIAL Y METODOS
Se realizó un estudio observacional, analítico,
prospectivo, que corresponde a 49 pacientes
hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos
(UCI) del Hospital Clínico Viedma en Cochabamba-
Bolivia, con diagnóstico de LCT, desde el 01 de
marzo 2022 al 30 de septiembre de 2022.
Criterios de inclusión: Pacientes mayores de 15 años,
que ingresan a la UCI del Hospital Clínico Viedma,
con diagnóstico de lesión cerebral traumática.
Criterios de exclusión: Pacientes con criterio clínico
de muerte encefálica, paciente con antecedente de
dependencia funcional preexistente de la actividad
diaria, mala ventana ecográca.
Dependiendo de la gravedad de las lesiones (puntaje
de Marshall en la TAC y características del DTC),
los pacientes se sometieron a cirugía (craniectomía
o craneotomía) o tratamiento médico. Todos los
pacientes recibieron una atención estándar según
las pautas de la Brain Trauma Foundation Fourth
edition, ajustando la ventilación mecánica para
mantener normocapnia (PaCO2: 30-35 mm Hg)
y normoxemia (PaO2: >70mmHg), se utilizaron
soluciones cristaloides isotónicas como uidos
de mantenimiento y reanimación de primera
línea, transfusión de hemoderivados de acuerdo a
necesidad; los sedantes y la analgesia se mantuvo
con fentanyl ®, midazolam ® y Propofol ®,
recibieron prolaxis convulsiva con fenitoína
endovenosa ®; se permitió la terapia hiperosmolar
utilizando solución salina hipertónica al 4,8 % o 7,5
% y rescates con manitol al 20 % de acuerdo a las
características del DTC. Se realizaron mediciones
con DTC inmediatamente al ingreso a la UTI, y
durante toda su estadía (2, 3 y 7 días), dependiendo
de la supervivencia del paciente o el alta. Se
insonaron las arterias cerebrales medias (ACM)
derecha e izquierda. El índice de pulsatilidad (IP) se
calculó mediante la resta de la velocidad sistólica y
diastólica, dividida por la velocidad media (VS-VD/
VM); se diagnosticó hipertensión endocraneana con
IP >1,2 (DTC anormal) y si IP <1,2 (DTC Normal).
Se valoró el resultado de la LCT mediante el puntaje
GOSE (Glasgow Outcome Scale Extended) a los 3
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la lesión cerebral traumática.
meses, dicotomizada en favorable (GOSE 4 y 5)
desfavorable (GOSE 1, 2 y 3), (vía telefónica con
familiares para consultar el resultado neurológico).
Los Datos obtenidos, fueron codicados y tabulados
al programa Microsoft Excel y IBM SPSS (Statistical
Package for the Social Sciences) versión 22. Los
análisis estadísticos que se emplearon fueron las
frecuencias relativas y absolutas de acuerdo a las
variables estudiadas; análisis de regresión logística
bivariado; pruebas de bondad de ajuste; análisis de
ROC (Receiver operating characteristic curve) para
determinar sensibilidad frente a especicidad.
Se utilizó la prueba de Chi2 para contrastar las
variables independientes con las dependientes.
Se utilizó la prueba de asociación de riesgo
relativo (RR) y el intervalo de conanza al 95 %
(IC). Para el análisis de mortalidad se utilizó la
prueba de Kaplan Meier con un valor de p<0,05
para signicancia estadística. Las consideraciones
éticas, se enmarcaron dentro los lineamientos
de la declaración de Helsinki, actualizada en la
asamblea general de la asociación médica mundial,
en Fortaleza Brasil, octubre 2013; así como los
lineamientos éticos del Hospital Clínico Viedma; el
ujograma de ingreso de paciente (Figura 2).
Figura 2. Algoritmo de selección de pacientes.
RESULTADOS
Ingresaron un total de 58 pacientes con LCT; fueron
excluidos 9, por tener mala ventana acústica y
nalmente se incluyeron 49 pacientes; del total de
pacientes estudiados, 79,5 % pertenecen al género
masculino; el grupo de edades más prevalente con
34,7 % fueron entre 15 a 25 años, seguido de las
edades de 26 a 35 años y de 36-45 años con un
20,4 % y 16,3 % respectivamente; el mecanismo
de lesión más frecuente, fue el accidente de
tráco (73,4 %), la gran mayoría de los pacientes
ingresaron con un puntaje en la ECG mas cercano
a 3 (91,8 %); además ingresaron con hipotensión y
politraumatizados (32,6 %) (65,3 %); con respecto
a la TAC una clasicación Marshall IV (63,2 %) fue
la más prevalente, seguida de Marshall III y II (26,5
% y 6,1 % respectivamente); las características
del DTC al ingreso (59,2 %) presentaban datos
de hipertensión endocraneana (IP>1.2-Anormal)
y (40,8 %) un DTC normal (IP<1,2-Normal); en
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Doppler transcraneal y su impacto en
la lesión cerebral traumática.
cuanto a la intervención (75,4 %) fueron intervenidos
quirúrgicamente (craniectomía o craneotomía; 38,7
% y 36,7 % respectivamente) y 12 (24,4 %) solo
requirió tratamiento médico; del total, 18 pacientes
(36,7 %) presentaron una respuesta favorable
(GOSE 4 y 5 puntos), y 31 pacientes (63,2 %) una
respuesta desfavorable (GOSE 1, 2 y 3) hacia los
tres meses.
Se observa la monitorización del IP, desde el ingreso
y durante su estadía en la UCI (Figura 3), resaltando
que, pese a que los valores de IP alcanzan parámetros
normales, el 86,3 % de aquellos que ingresaron con
IP>1,2 presentó un resultado desfavorable (GOSE
1-3 puntos),
Figura 3. Monitorización del Doppler Transcraneal-Índice de pulsatilidad (IP).
IP>1.2-Anormal; IP<1,2-Normal.
Siendo el estadístico kappa de concordancia
signicativo (p=0,0005), con un nivel de conanza
del 95 %; se realizó un análisis de regresión
logística bivariada, para determinar la asociación de
las propiedades del DTC (normal-anormal) como
variable independiente con respecto al resultado
GOSE (favorable-desfavorable); donde un DTC
normal de ingreso esta mayormente relacionado
con un resultado favorable (70 %); un RR 0.19;
IC 95 % (0,003-0,11); p= 0,005; resultando ser
factor protector con más casos favorables a los 3
meses; en cuanto un DTC anormal desde el ingreso
(pese a adoptar valores normales con los días),
estará más relacionado con casos desfavorable
(86,2 %); con un RR: 54.000; IC 95 % (8,8-32,8);
p=0,005; es decir mayor riesgo de presentar un caso
desfavorable a los 3 meses. Desde otra óptica, las
variables individuales que tuvieron signicancia
estadística con respecto al resultado (GOSE a los 3
meses), reejo que el puntaje más cercano a 3 ECG-
grave (RR 33.08; IC 95 %; (1,31-10,61); p=0,04);
presencia de hipotensión (RR 9,28; IC 95 %; (1,49-
5,7); p=0,05), pupilas sin reactividad (RR 3,40; IC
95 %; (1,15-9,97); p=0,026), politraumatismo (RR
10,35; IC 95%; (2,84-7,73); p=0,005); accidente de
tráco como mecanismo de lesión (RR: 10,07; IC
95 %; (6,96-14,39); p=0,01); y la intervención más
frecuente fue la neuroquirúrgica; la más realizada fue
la craniectomía en comparación con la craneotomía
(38,7 %, 36,7 % respectivamente), siendo así, que
fue la craneotomía factor protector (RR: 0,41, IC
95 %; (0,15-1,1); p<0,05); sin embargo, comparado
con los datos que lanzó la craniectomía (RR 1,96;
IC 95 %; (1,01-4,41); p <0,05) que lo expone como
un factor de riesgo al aumento de la mortalidad de
los pacientes (Tabla 1).
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Doppler transcraneal y su impacto en
la lesión cerebral traumática.
Tabla 1: Análisis del doppler Transcraneal (DTC) y otras variables individuales respecto al resultado de
GOSE.
*Prueba de Hosner y Lemeshow; donde la prueba de bondad y ajuste se realizó para obtener los riesgos
relativos e intervalos de conanza (IC) del 95 % de aquellas variables que tuvieron signicancia estadística.
ECG-Grave: Escala de coma de Glasgow-grave.
GOSE: Glasgow Outcome Scale Extended (ingles).
La escala de tomográca de Marshall por sola,
no es un parámetro concluyente en cuanto al
pronóstico de mortalidad de los pacientes con LCT,
empero, sumado a la ECG de ingreso se convierte
en una herramienta verdaderamente importante
en el manejo de los pacientes en UCI, llegando a
tener una sensibilidad, especicidad y efectividad
por encima del 80 %, cuando se analizan ambas al
mismo tiempo. Asimismo, el mejor resultado en el
análisis de alfa de Cronbach fue de la sumatoria de
ambas escalas (Tabla 2).
Tabla 2. Análisis de la Escala de Marshall y la ECG.
ECG: Escala de coma Glasgow
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Doppler transcraneal y su impacto en
la lesión cerebral traumática.
De acuerdo con la curva ROC, podemos armar
que el DTC tiene mayor sensibilidad para detectar
un caso positivo (Desfavorable) con respecto al
resultado (GOSE a los 3 meses), esto comparándolo
con la escala de Marshall en la TAC; obteniendo
un valor del área bajo la curva (ABC=0,850),
siendo el DTC una mejor técnica de diagnóstico
para los casos desfavorables. Sensibilidad 78 %;
especicidad 81 %; valor predictivo positivo y
negativo (VPP) 70 %, 86 %, respectivamente. Para
terminar, se comprueba estadísticamente mayor
probabilidad de sobrevivencia a los 14 días cuando
los pacientes tienen un DTC normal al ingreso (p =
0,021) (Figura 4a, b).
Fugura 4a. Curva de ROC: DTC vs
Marshall de TAC Figura 4b. Análisis de Kaplan Meier
ROC: Receiver operating characteristic curve (traducido al inglés)
TAC: Tomografía axial computarizada de cráneo
DISCUSIÓN
Sobre las características demográcas y clínicas hay
similitud con otros estudios, como el CRASH (8)
y el IMPACT (9), en tanto a la mayor frecuencia
en el sexo masculino (79,5 %). Asimismo, hay
concordancia con la edad ya que la mediana de
edad en el estudio IMPACT fue de 30 años de edad,
la edad media en el estudio del Traumatic Coma
Data Bank (TCDB) (13), fue de 25 años y en el del
European Brain Injury Consortium (EBIC) (14), fue
de 42 años; en contraste en nuestro estudio la edad
con mayor frecuencia fue entre los 15 a 25 años,
probablemente por la relación con los accidentes de
tránsito. En cuanto a la relación entre el resultado y la
edad, no se encontró una concordancia signicativa,
algo que se equipara a lo descrito por los estudios de
Perel P. et al, y Steyerberg EW. et al (15).
Con respecto a la morbi-mortalidad y el puntaje
en la ECG, está clara la relación con respecto a
un resultado desfavorable a puntajes más bajos
en el estudio IMPACT (9); en nuestro estudio es
semejante ya que una menor calicación en la ECG,
presenta mayor riesgo de casos desfavorables, con
un RR 33.08; p=0,04. El mecanismo de lesión más
frecuente en la mayoría de los países industrializados
son los accidentes de tráco, entre un 40 % y un 60
%, seguido de las caídas (15, 16), al igual que en
nuestro estudio (73,4 % trácos y 20,4 % caídas);
por lo que se considera un factor de riesgo, lo que
indica que ante los accidentes de tráco, es más
probable que el resultado sea desfavorable, con
un RR: 10,07; p=0,01. La hipotensión arterial al
ingreso, denida como presión arterial sistólica
menor a 90 mm Hg, como lo describe Marshall LF.
et al (17, 18), es sin duda alguna, un factor de mal
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Doppler transcraneal y su impacto en
la lesión cerebral traumática.
pronóstico y tiene un valor predictivo positivo (VPP)
para una mala evolución y, si se asocia a hipoxia, el
VPP tiene un ascenso importante; la presencia de
hipotensión arterial al ingreso en nuestro estudio
fue 34,18 %; podemos indicar que con la presencia
de esta condición hay más probabilidad (62,5 %)
de presentar un resultado desfavorable, en especial
si se verica que el paciente presentó hipotensión
desde el tiempo prehospitalario, mostrando un RR
9,2; p=0,05.
Al respecto del empleo de la escala de Marshall
y su factor pronóstico, al igual que mencionaron
Mosquera CG, et al (18-20), en su estudio realizado
en un hospital de tercer nivel como el nuestro,
demostraron de igual manera, que el factor
pronóstico de la escala de Marshall por sí sola no
tiene una gran repercusión, lo cual mejora al realizar
un análisis con la ECG de los pacientes estudiados,
dándole de esta manera una mejor efectividad. En
lo referente al tratamiento, si bien se realizaron
varios estudios como lo son el estudio DECRA de
2011 (19-23), y RESCUEicp del 2016 (20, 24),
estos estudios muestran sin duda alguna, que la
craniectomía, si bien logra controlar la hipertensión
intracraneana, pero no representa un benecio sobre
los resultados nales; en nuestro estudio intervención
neuroquirúrgica más frecuente fue la craniectomía
a comparación de la craneotomía (38,7 %, 36,7 %
respectivamente); en contraste, la craneotomía la
que tuvo una mejor representatividad como factor
protector con un RR: 0,41; p=0,05); con respecto
a la craniectomía con un RR 1,96; p=0,05, que lo
expone como un factor de riesgo al aumento de la
mortalidad de los pacientes.
Con respecto al DTC y su relación con el resultado;
los hallazgos de nuestro estudio concuerdan con los
hallazgos publicados por Nida F. et al el 2019 (3,
25), que denota la presencia de un IP alto ≥1,56,
que predijo más del 83 % de la tasa de desenlace
desfavorable, mientras que un IP bajo ≤1 identicó a
71 % de los pacientes con un buen desenlace (GOSE
4–5); nuestro estudio reveló que el DTC juega un
papel como herramienta de diagnóstico y además
pronóstico en términos de determinar el resultado
funcional en pacientes con LCT a los 3 meses; de tal
manera presencia de IP ≥1,2 predijo más de 86.2 %
con un RR 54,00; p=0,0005 de la tasa de desenlace
desfavorable (GOSE 1-3), mientras que un IP bajo
≤1.2 identicó a 70 %, con un RR 0,19; p=0,005
de los pacientes con un buen desenlace (GOSE
4–5); además de ser una herramienta con mayor
sensibilidad para detectar un resultado desfavorable
(sensibilidad 78 %, especicidad 81 %) y un ABC
(área bajo la curva en español) de 0,85.
Sin embargo, nuestro estudio debe de interpretarse
en el contexto de varias limitaciones; en primer
lugar, la LCT termina siendo una entidad dinámica y
heterogénea, donde el control de la PIC es importante
pero no suciente para mejorar los resultados nales,
que no solo se limita a la supervivencia, sino la
calidad de vida de los pacientes. En segundo lugar,
no se tomó en cuenta características de severidad de
ingreso de los pacientes y comorbilidades, los cuales
también podría afectar el pronóstico y nalmente
creemos que se debe realizar un estudio más amplio
que valore la calidad de vida nal, haciendo un
seguimiento más largo a los pacientes y denotar el
desenlace de estos, muchas veces en salas generales
o centros de larga permanencia.
En conclusión, nuestros datos indican una posible
ecacia del DTC como herramienta diagnóstica y
además pronóstica en la lesión cerebral traumática;
los factores de mal pronóstico iniciales que más se
asociaron fueron: la ECG, pupilas jas, hipotensión,
mecanismo de lesión y el tipo de manejo realizado
en los pacientes y para terminar, la escala de
Marshall sumado a la ECG de ingreso se convierte
en una herramienta verdaderamente importante.
La ultrasonografía cerebral resultó ser de mucha
utilidad, no solo para el diagnóstico y seguimiento,
por lo que se sugiere su implementación como
parte de la monitorización continua de los pacientes
neurocríticos; además recomendamos elaborar
estudios más grades que puedan validar el uso
del mismo, estudios multicentricos, así mismo,
de validarlo en diferentes contextos clínicos para
ampliar un monitoreo mas extendido, sin dejar de
lado la individualización y la clínica del paciente;
considerar objetivamente las variables pronósticas
apoyando asi la toma de deciones; continuar el
fortalecimiento del manejo interdiciplinario del
paciente politraumatizado y elaborar guías y
protocolos de acción diagnóstica-terapéutica propias
del hospital, sobre la base de nuestros propios datos.
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la lesión cerebral traumática.
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