JOURNAL BOLIVIANO DE CIENCIAS – Vol. 20 – Número 56
ISSN Digital: 2075-8944 ISSN Impreso: 2075-8936
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clínica que afecta directa o indirectamente la salud mental, el comportamiento de
la autoatención y uso de la tecnología indica una inclinación a la prevalencia por
la automedicación y el autotratamiento debido a la presencia de cuadros de estrés
postraumático, depresión, angustia o ansiedad (Torres-Soto, 2022; Khan, 2022;
Sakur, 2022; G., S., S.M.A., F., & M.H., 2022).
En cuanto a la Autoatención con Medicina Tradicional, a pesar de que los datos son
accesiblemente ambiguos y estadísticamente escasos, la realidad a nivel regional
y global no es diferente. Los datos disponibles en los documentos de la OMS
contemplan a la Medicina Tradicional Complementaria en general, considerando
prácticas que no necesariamente incluyen tradiciones culturales indígenas y más
aún, no proporcionan datos precisos sobre la identicación de la recurrencia de
uso de medicina tradicional, precisión de especies medicinales, aplicación y usos
según diagnóstico, entre otros factores. En la práctica esta situación se acentúa.
Las creencias populares, comunicados de prensa, información que circula en
Internet o redes sociales, se difunden erróneamente para tratar alguna enfermedad
(Poulose, 2021), permitiendo que las prácticas de medicina tradicional o el uso de
plantas medicinales sean estigmatizadas como ‘pseudociencia’, contaminando con
prejuicios y obstaculizando el estudio en profundidad sobre las potencialidades
terapéuticas, diagnósticas o procedimentales de los conocimientos indígenas.
A pesar de ello, la importancia de la autoatención para la cobertura universal de
salud, en términos de digital health, es una prioridad para la OMS (WHO, 2024).
En este sentido, existe evidencia suciente sobre las aplicaciones en IA y MT.
El estado del arte sugiere un interés particular de la industria y la académica en
India, China y algunos países de África, enfocados en: facilitar el proceso de
descubrimiento y desarrollo de fármacos (Adibaru Kiie, Prasad Sharma, & Abebe
Haile, 2024); mejorar la precisión del tratamiento mediante el reconocimiento de
patrones complejos (Lu, 2024); digitalizar las prácticas de medicina tradicional
(Ghimire, 2021).
En un sentido más amplio, otros estudios sugieren una inclinación mayor de la
aplicación de IA en el aprovechamiento de los conocimientos indígenas para la
preservación de lenguas originarias (Pérez, 2019); conservación de arrecifes
(Oxford Insights, 2023); desarrollo de potencial pesquero (Canavera, 2023). En el
primer grupo de estudios, existe una tendencia mayor al desarrollo de tecnología
sobre la base de conocimientos indígenas con nes comerciales y sin una clara
diferenciación del grado de participación de los portadores de conocimientos
indígenas. En el segundo grupo, la tendencia es mayor al desarrollo de tecnologías
con nes culturales y con una inclusión más notoria de las comunidades indígenas,
en este también se incluyen las iniciativas enmarcadas en el documento de la
UNESCO (González Zepeda & Martínez Pinto, 2023). Aunque con enfoques
y perspectivas diferentes, la mayoría de los estudios coinciden en que la IA
complementa la medicina convencional sin reemplazarla, mejorando la precisión,
la accesibilidad y los resultados (Amabie, Chibueze Izah, & Chidozie Ogwu, 2024).
Sin embargo, se hace notar que, a pesar de que los conocimientos indígenas en
medicina tradicional pueden amplicar la efectividad en el rastreo de las causas de
las enfermedades y las estrategias de tratamiento, no en todos los casos se posiciona
al paciente y su bienestar en el centro de la tecnología y tampoco se conserva la
lógica del conocimiento indígena en las prácticas enfocadas en la regeneración o
mantenimiento del equilibrio para el bienestar ‘Abundant intelligence’ (Lewis J.